Las cinco enseñanzas de la Generación Dorada


En el Preolímpico 2011, el seleccionado argentino volvió a demostrar que a pesar de los años, se sigue manteniendo en la elite del básquetbol mundial. Pero más allá del éxito deportivo, esta nueva presentación de la Generación Dorada expuso nuevamente aquellas actitudes que humanizan a estos exitosos jugadores y que merecen ser tomadas como ejemplos.

Compromiso. “Les hemos pedido a los jugadores que realizaran una preparación física antes de venir para poder aprovechar los entrenamientos con trabajos técnicos y tácticos”, le había contado Julio Lamas a canchallena.com una semana antes del inicio de la preparación. ¿Vacaciones? ¿Descanso? ¿Quejas? No, nada de eso. Los integrantes del plantel argentino no cuestionaron bajo ningún punto de vista el pedido del cuerpo técnico, sino que le respondieron con trabajo. Un ejemplo para muchos…

Sacrificio. “Sacrificio, sacrificio…”, se escuchaba jornada tras jornada en los altoparlantes del polideportivo Islas Malvinas, mientras los jugadores hacían la entrada en calor. Lo que muchos no sabían es que más allá de los gustos musicales del plantel, ese tema describía la realidad del equipo y de sus familias. “Sentimos satisfacción, alivio, agotamiento mental y físico, pero es lo que le da valor a todo esto. Es un sentimiento muy lindo después de tanto trabajo y sacrificio”, señaló Ginóbili tras la consagración. Pero Manu, al igual que sus compañeros, también reconoció lo duro que fue la preparación y el torneo para sus familiares. “Desde hace 45 días somos una foto para nuestras familias, y ellos hacen un esfuerzo muy grande para que estemos acá. Merecen festejarlo tanto como nosotros”, finalizó.

Profesionalismo. Cuando el tiro de José Barea tocó el aro y salió, el aire volvió a sus corazones. El reloj marcó el final del partido, y el objetivo principal estaba cumplido: el pasaje a Londres 2012 ya era un hecho. Sin embargo, tras los moderados festejos, el mensaje de Julio Lamas fue concentro: “Nosotros queremos el título”. Por eso, a diferencia del equipo de Brasil, que estuvo festejando en la noche marplatense hasta las 5 de la mañana, el conjunto nacional volvió al hotel, cenó y se levantó temprano para preparar la final.

Humildad. Son figuras en la NBA, en las mejores ligas de Europa o en la Liga Nacional, pero mantienen la misma humildad de sus comienzos. En Mar del Plata, cada vez que debían pasar por la zona mixta, a donde tenían acceso más de 300 periodistas acreditados, cada jugador se tomaba el tiempo suficiente para poder atender a todas las solicitudes de todos los medios, sin importar la jerarquía o el alcance de cada uno.

Unidad. “Si no me toca jugar o estar poco en el partido decisivo, pero la Argentina gana, voy a ser el hombre más feliz". Tras ser ovacionado por todo el estadio, las palabras del Yacaré Kammerichs reflejaban, más que nunca, la filosofía de todo el plantel: el grupo, por arriba de las individualidades. Como ellos mismos se definen, más que un equipo, son “un grupo de amigos”, donde cada uno respeta su lugar y el de sus compañeros.

Escrito por Jeremías en jueves, septiembre 15, 2011. Etiquetas , , . Puedes seguir cualquier respuesta a esta entrada mediante el RSS 2.0. Puedes dejar una respuesta o trackback a esta entrada

1 comentarios for "Las cinco enseñanzas de la Generación Dorada"

  1. Contratar Famosos 4:04 PM

    Da orugullo nuestra seleccion de Basket, ademas de la popularidad que le dieron a este deporte en nuestro pais! Aguante Manu!

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