Cinco ideas sobre la Supercopa Española
-El plan perfecto del Madrid: José Mourinho alineó a los mismos once que hace menos de un año integraron el once titular en el 0-5 en el Camp Nou. Sin embargo el trámite fue rotundamente diferente en el Bernabeú. Decidido a llevarse por delante a su karma desde el minuto cero, la idea fundamental para cortar el circuíto futbolístico cule consistió en ejercer una presión asfixiante sobre la salida del Barca. La estrategia del técnico luso funcionó a la perfección hasta el empate de David Villa.
Durante esa media hora inicial el Madrid fue un equipo corto, con los tres delanteros convertidos en los primeros defensores a la hora de recuperar la posesión. Di María apretó a Marcelo, Cristiano Ronaldo a Dani Álves y Benzema, secundado por Özil, a la improvisada dupla central. Victor Valdés no encontraba opciones de pase para salir jugando, aspecto vital del circuíto catalán. La intensidad de la presión merengue incomodó la salida de un fondo sofocado que descomprimía reventando la pelota y regalando la posesión.
-A falta de posesión, contundencia: Sin Xavi ni Busquets, el Barcelona no encontró nunca el partido. Acostumbrado a una abismal superioridad en la posesión, creó poco a partir de los arrestos individuales de sus estrellas. Durante todo el partido generó pocas situaciones de gol. A falta de posesión, el Barca sacó a relucir otra virtud: la contundencia. Aprovechó cada resquicio que logró generar y convirtió dos goles en un partido en el que por primera vez se sintió impotente.
-Sin juego colectivo, siempre Messi: Después de unas largas vacaciones tras el fracaso de la Selección Argentina en la Copa América, Messi volvió a vestir la camiseta del Barcelona y revalidó, por si hacía falta, sus credenciales como el mejor del mundo. Si bien está inmerso en una gran galaxia con diez estrellas determinantes a su lado, cada vez que el Barcelona es superado el astro argentino sale al rescate. El Madrid ganaba merecidamente y estaba más cerca del segundo gol que el conjunto de Pep del empate. La Pulga, que sufrió la poca elaboración colectiva de su equipo, apareció en todo su esplendor en las pocas que participó.
Con un Madrid inquebrantable en defensa, Messi retrocedió y sacudió el sopor ofensivo de su equipo. Encontró y explotó los espacios que él mismo generó y dejó a Villa mano a mano frente a Sergio Ramos con un sutil toque. El ex Valencia resolvió a la perfección: encaró al lateral derecho e igualó el marcador con un roscazo inatajable que vulneró a Iker Casillas. Sobre el final de la primera etapa desniveló el resultado gracias a su perseverancia y su prepotencia. Peleó con los dos centrales y definió perfecto ante la salida del arquero merengue.
-Özil, exquisita perfección: Fue la figura del clásico en su debut oficial con la diez merengue en su espalda. Marcó el primer gol con un impecable zurdazo y sacó diferencias con su elegante fútbol a un toque. Su actuación fue exquisita y perfecta. Sin entretenerse con la pelota, cada vez que intervinó generó fútbol. Con la cabeza levantada y la pelota pegada a su habilidosa zurda demostró toda su inteligencia y su panorama para simplificar y encontrar al compañero mejor ubicado. Impecable.
-El auspicioso debut de Alexis Sánchez: El extremo chileno hizo su presentación con la camiseta del Barcelona ante, nada más y nada menos, el Real Madrid. Después de un arranque poblado de imprecisiones, Sánchez se convirtió en uno de los revolucionarios del Barcelona. Dejó detalles de su talento, complicó y mantuvo a raya a un Marcelo que no se proyectó durante todo el partido. Junto a Messi, ambos demasiado lejos del resto de su equipo, lograron complicar al fondo del Madrid.
La info al día, siempre los sigo. Felicitaciones por el blog. Saludos y buena semana!