Mundial Italia 2010: Futuro es lo que sobra

Las dos victorias que cosechó el joven seleccionado argentino dirigido por Javier Weber en el Mundial de Voley son sólo un reflejo del gran trabajo que se está llevando a cabo de la mano del entrenador que formó parte de la Generación Dorada (junto con Hugo Conte, Daniel Castellani, Waldo Kantor, Jon Uriarte, entre otros) que en  los años ochenta cosechó las Medallas de Bronce en el Campeonato Mundial de 1982 y en los Juegos Olímpicos de Seúl 1988. Como sucedió a comienzos de la década anterior con la Selección de Básquet, el conjunto argentino de Voley está en una etapa de recambio generacional.

El saldo de la World League (certamen que se juega todo los años) fue netamente negativo desde los resultados pero positivo para que Weber empezara a forjar el plantel para que está disputando el Mundial en Italia. Argentina perdió los catorce encuentros que disputó, los doce de la primera fase (frente a Cuba, Alemania y Polonia) y los dos del Final Six (frente a Brasil y Serbia), al que a pesar de no ganar ni un partido clasificó por ser local (la ronda final se jugó en Córdoba). Tras la derrota por 0-3  frente a Serbia en su última presentación Weber dejó una frase que cumplió a rajatabla y fue el anuncio del recambio definitivo que se vendría pocos meses después: "En el Final Six de la Liga Mundial se terminó un equipo". 

El plantel argentino, con un promedio de 23 años de edad, es el más joven de los 24 equipos que están disputando el Mundial de Italia. Solo tres de los catorce jugadores tienen más de 25 años: el líbero Alexis González (29), el armador Demián González (27) y el opuesto Gustavo Scholtis (28). El propio Scholtis es uno de los más experimentados del equipo junto con el armador y subcapitán Luciano De Cecco (22), ya que ambos disputaron el Mundial de Japón 2006. 

El resto del equipo lo conforman los receptores punta Rodrigo Quiroga (23), Lucas Ocampo (24), Facundo Conte (21) y Mariano Giustiniano (24); los centrales Sebastián Solé (19), Martín Blanco (24) y Pablo Crer (21); el armador Nicolás Uriarte (20), el líbero suplente Franco López (21) y el opuesto Federico Pereyra (22).

El máximo símbolo del recambio que inició Weber fue el caso de Pablo Meana (35 años). El histórico líbero de la Selección Argentina fue desafectado en la previa del Final Six por el mismo técnico que lo dirige en Drean Bolívar. Otros históricos también fueron dejados de lado: Gabriel Arroyo, Guillermo García, Javier Filiardi y Alejandro Spajic. El actual técnico de la Selección apostó por un equipo joven para ir al Mundial con todo lo que eso conlleva. La inexperiencia puede jugarle en contra a un combinado que recién se está gestando y que promete volver a poner a la Argentina en los primeros planos del voley mundial.

Los partidos frente a Venezuela, México y Estados Unidos (a pesar de la derrota) fueron una presentación auspiciosa de este nuevo equipo que vive un buen presente pero tiene un futuro aún más prometedor. El propio Weber lo reconoce: "Cada proceso tiene su momento culmine o espectacular, que no va a ser ahora para este grupo porque son muy jóvenes, pero sí quiero que juegue al máximo. Ninguno tiene una mochila". 

"Volver a estar entre los ocho primeros es un objetivo duro e importante, pero realizable" agregó el entrenador argentino sobre el objetivo para el Mundial de este año. Ya en la segunda fase Argentina se enfrentará a Francia (30/09) y Japón (2/10). 

Sin dudas lo que suceda en el Mundial de Italia será importante si se obtiene un buen resultados pero será vital desde la experiencia que le otorgará a un grupo que, con Javier Weber desde el banco, promete cosechar grandes resultados a partir de los Juegos Olímpicos de Londres 2012. El recambio ya pasó y ahora es el momento de que los jovenes jugadores argentinos se afiancen y adquieran partidos en cancha con la camiseta celeste y blanca.