50 años de Copa Libertadores de América

La Copa Libertadores, la Champions latina (?), cumple 50 años y se merecía un repaso acorde a este momento histórico para la competición que supo llamarse Copa Campeones de América, Copa Toyota Libertadores y que ahora tiene el perfil banquero de la Copa Santander Libertadores. Mucha sangre derramada por nuestros héroes y verdadores "libertadores" del continente (la barra compuesta por San Martín, O'Higgins, Pedro I y Bolivar), para que en los últimos años la Confederación prefiera regalarle el nombre a empresas japonesas y/o españolas. Se cerró el circulo colonizadores-colonizados-colonizadores, y todo vuelve al primer amor.

50 años, cinco décadas al servicio de los hinchas de toda América. Para algunos trasnochados, cinco veces la historia xeneize (?). Y la Copa se merecía un repaso década por década, como para recordar partidos emotivos, finales, pecheadas riverplatenses (un clásico) o campeones que regaron los campos americanos de nobleza y buen fútbol. Hoy, la primera entrega, de cinco. Una más que las finales que perdió América de Cali.

1960-1969



Lo de Uruguay parece siempre la misma historia: es el país pionero, el que arma la primera Copa, el que organiza todo, el que la gana a fuerza de fútbol o a la fuerza (?) y el que después se pincha a lo largo de los años. Y la Copa Libertadores no fue la excepción.
Se venía jugando la Copa Río de la Plata, entre argentinos y uruguayos, y en 1948 ya se había organizado un torneo similar: la Copa de Campeones, que la armó Colo Colo (Chile) y que tuvo como campeón a Vasco da Gama (Brasil). Pero recién fue en 1958 que empezaron a sentarse las bases del torneo que conocemos hoy, gracias al trabajo de los dirigentes charrúas. Así fue que en 1960 arrancó la primera edición de la Copa de Campeones de América (sin los teams de Ecuador, Perú y Venezuela).

Con un primer torneo integrado por 7 equipos (anoten: Bahía (Brasil), Jorge Wilstermann (Bolivia), Millonarios (Colombia), Olimpia (Paraguay), Peñarol (Uruguay), San Lorenzo (Argentina) y Universidad de Chile (Chile)), el campeón de 1960 fue Peñarol. De paso, los manyas tuvieron el placer de entrar a la historia por disputar el primer partido: el 19 de abril de 1960, Peñarol 7-1 ante Jorge Wilstermannm. En 1961, Peñarol alcanzó el bicampeonato al superar en la final a Palmeiras. En dicho torneo, se dio la primera perlita: en una de las semifinales entre Peñarol y Olimpia, "Pepe" Sasía (del conjunto uruguayo) se dio el lujo de agarrar las naranjas que le tiraban desde la tribuna, pelarlas y comerlas en el campo de juego, arrojando las cáscaras nuevamente a los plateistas.
Pero después llegó un tal Pelé y las primeras cosas lindas que regala el futbol local. En 1962, la Copa tuvo cambios en su estructura reglamentaria: los campeones de la edición anterior comenzaron a jugar a partir de las semifinales. Por lo tanto, Uruguay tuvo un cupo vacante, de esta manera Nacional, gracias a Peñarol, llegó por primera vez a la Copa, y por primera vez jugaron dos cuadros de un país en busca de la mitad de la gloria. Así fue que Nacional llegó a la semifinal y fue eliminado por el experto conjunto carbonero. Pero lo mejor llegó en la final entre Peñarol y Santos.


El primer partido fue en Montevideo el 28 de Julio y perdió Peñarol por dos tantos contra uno. El segundo partido fue en Brasil, Villa Belmiro, lo que amerita un segmento aparte en esta historia. Como dice la canción: “tengo el recuerdo de los ocho contra once, y de aquel día en el que no volvieron más, Villa Belmiro significa valentía, Puerto Sajonia significa calidad”. Puerto Sajonia se refiere al segundo partido de la semifinal en la Copa de 1961 contra el Olimpia de Paraguay, donde Peñarol era visitante y fueron victimas de violencia que sufrieron, en carne propia, los dirigentes y el árbitro, recibiendo golpes de proyectiles desde las tribunas. Pero no se compara con lo que tuvieron que soportar la noche del 2 de Agosto, en ese segundo partido de la final de 1962 contra el Santos. También eran visitantes y venían en desventaja de un gol. La cancha estaba repleta y se caía del aliento que recibía el equipo local. A los catorce minutos el gol de Spencer silenció el estadio. Pero la alegría duró poco, ya que tres minutos después Dovral igualó el tanteador y Mengalvio parecía poner las cosas definitivas a los 35´ marcando el segundo gol del Santos. Pero Peñarol salió decidido para la segunda mitad y lo demostró Spencer, nuevamente, marcando el tanto del empate a los 49´ y en medio de un silencio infinito Sacia puso las cosas 3 a 2 a los 51´. De ahí en más el partido fue insoportable, la agresión tocó su punto más alto cuando el árbitro Carlos Robles recibió un botellazo desde la tribuna dejándolo inconciente y fuera del partido por un lapso de una hora. Versiones extraoficiales cuentan que el árbitro fue amenazado con arma de fuego, por parte de la dirigencia del Santos para culminar el partido. Cuando dirigentes de Peñarol se acercaron para sugerirle que suspenda el encuentro por una cuestión de falta de garantías, la respuesta del colegiado fue: “el partido está terminado oficialmente pero si no terminamos de jugar los 90 minutos no salimos vivos”. Cuando culminaron esos 90´ el Santos había convertido el tercero de sus goles pero el juez lo dió por terminado ganando Peñarol 3 a 2. El tercer partido lo ganó Santos 3-0 y se consagró campeón.


En 1963 repitió Santos
, ganándole la final a Boca Juniors (Argentina). Fue 3-2 en Brasil y un par de lujos de Coutinho y Pelé en La Bombonera, para ganar 2-1 y dar la vuelta en el mítico estadio capitalino.

El presidente de la institución, Alberto J. Armando, decidió que Boca en la temporada 1963 se tiraría a ser campeón de América. La decisión provocó polémica al ser el primer equipo argentino que elige resignar protagonismo en el campeonato local por la posibilidad de ganar una copa con poca historia. Boca para afrontar este compromiso contrató a un refuerzo estrella: José Francisco Sanfilippo, el goleador de San Lorenzo. Más allá de que Sanfillippo consiguió el 1-0 en la final, rápidamente empató Coutinho. Y faltando ocho minutos Pelé le dio el 2-1 y la Copa al Santos. De esta manera se quedó sin la Copa el primer equipo argentino que apostó por ella. Boca tendría que esperar 14 años para ganarla.


Ya en 1964 aparecería el Rey de Copas, el primer campeón argentino y el inventor de la mística copera: Independiente (Argentina). El conjunto de Avellaneda logró de manera invicta la Copa del '64 y se adjudicó también la de 1965. En su primer título se dio el lujo de sacarse de encima al Santos, algo destacable para la época.


El rival en la final de 1964 fue Nacional de Montevideo, que había vencido a Colo Colo en la ronda anterior. Antes del primer partido el técnico Giúdice tomó una prueba física a los arqueros Toriani y Santoro, el segundo de los cuales tenía algunos partidos en Primera pero no gozaba de la confianza del hincha luego de haberse comido cuatro goles contra Racing en condición de local. El técnico le dijo a Santoro: “pibe, esta noche juega usted, prepárese”; el actual técnico del rojo no le creyó y le dijo algo así como “sí Don Manuel, póngame que hoy la rompo”.
Santoro jugó un partidazo, Independiente se trajo un 0 a 0 de Montevideo, gran resultado para definir como local, y “Pepé” nunca más abandono el arco en partidos internacionales (al menos en instancias decisivas) durante 9 años.
En la revancha en Avellaneda Mariulo Rodríguez le dio el 1-0 a Independiente y el Rojo pudo festejar su primera Copa.


El '66 nos lleva nuevamente a las huestes de Peñarol. Esta edición sienta un precedente: hasta el momento los participantes eran los campeones de cada uno de sus países, pero a partir de este año se le sumarían los subcampeones. Motivo por el cual no se presentaron los conjuntos brasileños. Ellos sostenían que así se desnaturalizaba la competencia reservada solo para los campeones, además en orden a la prioridad que le daban a sus torneos interestaduales y al poco atractivo en los enfrenatmientos contra clubes que no fueran "del Atlántico", a ello les demandaba perdidas económicas por lo que preferían sus giras de verano. Así, al no tener alicientes económicos, la CBF dejó en libertad a sus representantes para que no participen.
En esta edición se dio la curiosidad de que River y Boca compartieron el grupo y luego volvieron a estar juntos en "el grupo de semifinales". La primer zona estaba integrada por Boca Juniors, River Plate, Guaraní e Independiente -entró directo por campeón- y el segundo grupo: Peñarol, Universidad Católica y Nacional. Peñarol volvió a dejar afuera a su eterno rival y definió con River. Una final increíble:


El primer partido estaba pactado para el 14 de Mayo a las 15:30. Con 60.000 espectadores se desarrolló el encuentro que terminó con un 2 a 0 favorable para Peñarol, con goles de Abbadie a los 64` y Joya a los 74`. Para la revancha llegaron a Buenos Aires 10.000 fanáticos aurinegros. Los problemas comenzaron ya desde antes del partido. Debían llegar al Monumental de River en un ómnibus contratado por la institución porteña. Esperaron en el Hotel donde se alojaban hasta último momento, pero el transporte no llegó. La decisión conjunta de la delegación fue la de ir al partido por la final de la Copa Libertadores de América separados y en taxis que debieron dejarlos a diez cuadras de la cancha por el control policial. Los jugadores, cuerpo técnico y los dirigentes caminaron por ese trayecto en medio de miles de hinchas llegando a reunirse recién a diez minutos de comenzar el encuentro. Una vez dentro de la cancha los problemas siguieron. La sorpresa fue que River había instalado unas tribunas tubulares con capacidad para 5000 espectadores (todos de River) en la pista de atletismo, lo que le daba libre acceso a la cancha en cualquier momento del encuentro. El juez demoró el inicio y hasta dudó en suspenderlo porque entendía que tales tribunas estaban totalmente fuera del reglamento. El público que se encontraba prácticamente dentro de la cancha, tuvo activa participación en el desenlace del partido reteniendo pelotas, entrando dentro del campo de juego e incluso agrediendo jugadores. Pero el punto máximo del absurdo llegó cuando Ermindo Onega anota el tercer y definitivo gol de River y dos policías festejan junto a él la conquista. A pesar de esto, el partido culminó con un 3 a 2 a favor de River.
Las cosas se definieron en un tercer e histórico partido en el Estadio Nacional de Santiago. El cual estaba fijado, como en todos los casos de finales de Libertadores, 72 horas después del segundo encuentro, pero la dirigencia de River Plate planteó a la Confederación la posibilidad de adelantarlo 24 horas y en vez de jugarlo con tres días de diferencia lo hicieron con dos. ¿Las razones? Existía una realidad, el plantel aurinegro era un grupo experimentado, con un promedio de edad un poco pasado de la media y River quería sacar ventaja de eso al reducirle el descanso a la escuadra de Peñarol. Toda la delegación uruguaya estuvo de acuerdo y terminaron jugando el 20 de Mayo frente a más de 40.000 personas.
El primer gol del partido llegó de parte de Daniel Onega a los 27` y a los 42` Ermindo Onega puso el 2 a 0 antes de ir al descanso. En la segunda parte, Alberto Spencer anotó el primero y el segundo llegó de la mano de Julio César Cortés, por lo que fueron al alargue. Alberto Spencer convirtió el tercero luego de magistral salto ganando de cabeza a los defensas porteños. Pero la alegría uruguaya se desató de la mano de Rocha, a los 4´ de la segunda mitad del alargue con un hermoso gol de cabeza cambiando la pelota de palo y dejando a Carrizo parado. Carlos Solé, relator de la época, describió el momento; “vayan preparándose los Peñarolenses de cualquier lugar de Montevideo, este campeonato está ganado y ganado, si ustedes me permiten la expresión, que no es académica, pero para serles más gráficos, ganado a lo macho”. Peñarol rescató un 0 a 2, transformándolo en un 4 a 2. Nacía el apodo de "gallinas".


El argentino Daniel Onega mantiene, desde 1966, el récord de anotación en una sola temporada, con 17 goles.

En 1967, con Brasil nuevamente en la competición (presentó un solo equipo: Cruzeiro) se anotó como campeón el otro equipo de Avellaneda: Racing. La definición fue contra Nacional, uno que ya conocía de las mieles de la derrota. El primer encuentro terminó 0-0, luego volvieron a repetir resultado en Uruguay y se fueron a desempatar a Santiago. Allí, La Acadé ganó 2-1 y levantó la Copa.

La edición de 1968 consagró a Estudiantes, que había ganado el Metropolitano de 1967, pero ese logro no lo clasificó a la Libertadores, sino que fue el subcampeonato de Independiente en el Nacional lo que lo llevó a ser el primer equipo argentino en jugar la Copa sin ser uno de los cinco grandes. Para ganar el certamen que contó con la presencia de equipos increíbles como el Always Ready (Bolivia), Estudiantes dejó en el camino a contrincantes poderosos –Racing, el último campeón de América, Independiente, el bicampeón de 1964/65 y la final con Palmeiras- conquistando el trofeo en el estadio Centenario de Montevideo. Con un estilo "de laboratorio" y gracias al talento de JR Verón (La Bruja buena), el equipo de Zubeldía brilló en el continente y obtuvo el preciado torneo.

Para cerrar la década, Estudiantes repitió el título. En 1969, El Pincha entró directamente a la semifinal por ser el campeón defensor. Limpió a Universidad Católica, mientras que en la otra semi Nacional juró venganza (?) y eliminó a Peñarol. En el primer partido, Estudiantes se impuso en el Centenario con un gol de Eduardo Flores, mientras que en La Plata ganó por 2-0, con tantos de Flores y Conigliario. Un campeón de cuatro partidos.


Fuentes:
[1] [2] [3] [4] [5] [6]

Escrito por San_Felipe en martes, enero 27, 2009. Etiquetas , , , , , , , . Puedes seguir cualquier respuesta a esta entrada mediante el RSS 2.0. Puedes dejar una respuesta o trackback a esta entrada

5 comentarios for "50 años de Copa Libertadores de América"

  1. Anónimo 2:26 PM

    Gracias por esta serie de articulos. Para lectores jovenes como yo esta bueno saber q la libertadores no empezo a jugarse en el 2000.
    Gracias

  2. NoTe 8:18 PM

    Muy bueno todo el informe..como siempre suelen brindar ustedes. Saludos!

  3. Anónimo 3:55 PM

    Quiero saber por favor si alguién puede decirmelo... Walon de Perú, en que grupo d ela Libertadore estuvo y contra quienes jugo, y hasta donde llegó. muchas gracias..un abrazo..
    Charol

  4. Anónimo 3:20 PM

    Ya era hora de que un banco reconociera nuestra preferencia, Santander regala refractarios, además está rifando 100 playeras firmadas por Pelé

  5. Anónimo 4:50 AM

    Grande Rojo, INDEPENDIENTE es el máximo campeón de la copa libertadores, por eso es el club más grande e importante de América.

¡Dejá tu comentario!

IMPORTANTE: Los comentarios publicados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de las sanciones legales que correspondan. Si un usuario incluye en sus mensajes algún comentario inapropiado, el mismo será eliminado.