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Don Julio ya me da pena

Ya no hay secretos. Néstor K quiere la AFA y si es sin Grondona, mejor. No voy a negar que lamento los más de 25 años del ferretero en el poder, que uno quisiera un recambio desde hace años, que la mayoría no soporta ni la organización ni la desorganización del futbol que vivimos domingo a domingo, pero de algo estoy seguro: ésta no es la forma.
A "Mr. Todo Pasa" le están haciendo la gran De la Rua. Todos miran para el costado, el Gobierno no reacciona, igual que la Policía. Todos dejan caer a Don Julio. ¿Por qué no lo hicieron hace años? ¿Por qué nadie quiere reaccionar y creen que la única manera es dejarlo solo? ¿
Por que justo ahora todos agarran el camión de bosta y el ventilador?.
Ayer, Juan Pablo Varsky en el Diario La Nación escribió la nota que había pensado en escribir. Por eso me tomo el trabajo de citarla acá para que todos la puedan leer. Un texto que resume, al menos mi postura, sobre esta gravisima situación que vive el fútbol argentino.

En el horizonte de este caos aparece un cisma futbolero

Juan Pablo Varsky
Para LA NACION


La palabra empieza con "p" y termina con "r": poder. Todos lo quieren. Pero muy pocos lo valoran como punto de partida para ese cambio imprescindible. La mayoría quiere al Gatopardo de Lampedusa: cambiar para que nada cambie. Este escandaloso final de campeonato nos llevará, inexorablemente, a un cisma futbolero. El primero en renunciar ha sido Jorge Domínguez. El ya ex secretario de Futbolistas Agremiados había quedado muy mal parado tras sus declaraciones. No tenía otro camino.

La situación vivida por los jugadores de San Lorenzo, amenazados y rehenes en su propio lugar de concentración, era mucho más grave que la caída de un fósforo. Sin embargo, los muchachos más nobles y puros del ambiente le pusieron precio máximo a la solidaridad con sus colegas: tres puntos. Cuando sus empleadores les advirtieron que podían perderlos, levantaron la medida de fuerza y decidieron jugar los partidos.

Muchos futbolistas de primera división aseguran que esta conducción gremial siempre ha estado más cerca de los dirigentes que de sus afiliados. Se lo hicieron saber a Sergio Marchi en el papelón del Hilton. Probablemente tengan razón. Pero, ¿sólo debe cambiar la cúpula del sindicato? ¿O no son ellos mismos los responsables del arreglo de partidos, el silencio cómplice ante la Justicia, el subsidio a las barras bravas y la vergonzante incentivación? ¿Gallardo y Cardetti no van a aclarar si hubo una reunión en la que se puso el precio de 3000 dólares por cabeza para que Gimnasia le gane a Boca? ¿No se harán cargo de que la protesta reiterada ante los árbitros y la simulación de infracciones para sacar ventaja también generan violencia? Además cometieron el error de cortarse solos, dejando fuera de todo a los futbolistas de ascenso. Agresiones recientes (como la de Monje en Olimpo vs.Ferro) no motivaron ni reuniones ni planteos.

En el gobierno K ya tienen la encuesta que encargan antes de apuntar a un objetivo: la gran mayoría de la gente quiere que Grondona se vaya. Chocolate por la noticia, tardíamente descubierta por los periodistas (nosotros también estamos manchados ) Su clientelismo de prebendas y favores lo ha mantenido en Viamonte 1366 durante 27 años. Pero el cargo depende de los dirigentes y ningún sondeo de opinión pública influye en la elección.

El presidente de la AFA maneja dos cartas bravas para renovar el anillo "Todo Pasa". La primera es el contrato con la televisión. Sin una liga profesional que administre los derechos (como ocurre en España, Italia e Inglaterra), la AFA maneja la caja y el poder. En la renegociación (y con el fantasma de una tentadora oferta desde muy lejos), se ha puesto del lado de los clubes que pretenden un importante aumento en los ingresos. La otra viene de Zurich y es un seguro: la FIFA no admite la intervención de los gobiernos en los asuntos internos de las federaciones nacionales. Cualquier acción en ese sentido activará el teléfono rojo que sólo maneja el vicepresidente de la FIFA. Ahí Joseph Blatter dirá las palabras mágicas: "si la AFA sufre la intromisión del gobierno, la Argentina será desafiliada y no podrá competir en las próximas eliminatorias "

Nadie quiere escuchar esta declaración del políglota suizo. Entonces, aparecen mensajes más sutiles. La inacción de policías y la ausencia de fiscales en la concentración de San Lorenzo influyeron en la suspensión del partido. Más que los muchachos que gritaban afuera: "¡sin hinchas no se juega!".

¿Para qué quieren el poder? ¿Sólo para ostentarlo y gritar como He-Man? No parecen interesados en llevar adelante la imprescindible reestructuración del fútbol argentino que, entre otras cosas, no resiste más estos "apasionantes" campeonatos cortos. El jugador no tiene un mes de descanso completo. Los entrenadores afrontan proyectos de seis meses. Los preparadores físicos no pueden planificar una pretemporada como corresponde. Los médicos y los kinesiólogos deben acelerar las recuperaciones de los lastimados con el riesgo que eso conlleva. Los promedios insultan el sentido común. El calendario invertido genera pérdidas deportivas. Pero, junto con el torneo corto, da de comer dos veces por año a representantes, intermediarios, periodistas y dirigentes. La piñata de ilusiones, compras y ventas se infla en enero y en julio.

¿Podremos asistir a la renovación total del Tribunal de Disciplina, permeable a las presiones del Comité Ejecutivo y capaz de fallar de manera diferente frente a dos casos absolutamente idénticos? ¿Aparecerá la Justicia para investigar y condenar las ya probadas conexiones entre barras, dirigentes y políticos? ¿Se animará a descubrir las causas de administraciones fraudulentas que han llevado a varios clubes a convocatoria de acreedores? ¿Tendremos algún día fuerzas policiales inteligentes para prevenir, que repriman sólo a los violentos y sólo cuando no haya otro camino? ¿Asumirán los hinchas de la hinchada que su creciente protagonismo le hace daño al fútbol? ¿Que en el nombre del aguante y del folklore, se han legitimado atrocidades? ¿Nos haremos cargo los periodistas de nuestra responsabilidad con silencios y mensajes en esta degradación futbolera?

Hay otra palabra que empieza con "p" y termina con "r": pudor. Nadie lo tiene.

2 comentarios:

Anónimo
12:48 PM

deberian parar el futbol asi se demuestra que sin las pelota girando no hay negocio para nadie..



es un tema cultural.. no existe nadie capaz de educar a tanta gente sin ganas de educarse..

my two cents.

El Cronista Deportivo
3:37 PM

¡Cuantas cosas por corregir!

Pero bueno, es hora de hacerlo, es hora de trabajar.

Gracias por poner la nota, casi no leo La Nación así que si no la veía acá, no la hubiera leído y creo que vale la pena.